Productos de Casa Olmo

Hace un tiempo, descubrí en el Hipercor una caja de Sobaos Pasiegos que prometía calidad y elaboración con productos de la tierra y el mimo y el esmero que uno espera encontrar en la mismísima Cantabria (en concreto en Ontaneda).

Así fue, y desde entonces no falta en mi casa una caja de Sobaos Pasiegos, envasados individualmente, para el desayuno de los niños, el bocado de media mañana o mi propio desayuno los fines de semana.
Se trata de un producto natural, elaborado con materias primas de primerísima calidad y en perfecto estado de conservación.

Señalar que, en una visita a Cantabria, la pasada primavera, no compré sobaos; ¿para qué, si los tenía a mano en mi casa con la misma calidad y frescura?

Este fin de semana he podido probar también la Quesada Pasiega Casa Olmo, y puedo aseguraros que está exquisita.

Los puedes encontrar en los Supermercados de El Corte Inglés, Hipercor y Supercor; no sé si en alguna gran superficie más.

También tienen acceso a una tienda gourmet online en SU PÁGINA WEB

Espero que lo disfrutéis tanto como yo.

Arroz al horno con rabo de buey

Ingredientes (para 6 personas):

Para el guiso del Rabo:
-1 Rabo de buey (o vaca) troceado
-2 Zanahorias peladas y troceadas
-1 Cebolla troceada
-1 Hoja de laurel
-Aceite de oliva virgen
-2 Pastillas de caldo de carne
-1/2 vaso de vino de guiso
-1 Litro y 1/2 de agua
-Sal

Para el arroz:
-350 gr de arroz redondo o arroz bomba. El arroz bomba es más caro pero coge más sabor y es más suelto que el redondo, pero necesitará un poco más de tiempo y caldo
-1 Patata pelada y cortada en lonchas de entre 1/2 y 1 cm
-1 Diente de ajo pelado
-Un puñado de garbanzos cocidos, resto de un cocido, guiso o los que venden en bote (a discreción, dependiendo de lo que te gusten)
-Aceite de oliva virgen
-Sal

El guiso de rabo debe hacerse la víspera o con bastante antelación, pues habrá de reposar para retirar la grasa que sube a la superficie (que es bastante en los guisos con rabo y puede hacerlos muy pesados, indigestos y poco saludables). Se sofríe la cebolla, la zanahoria y el laurel con un chorro de aceite. Antes de que se dore, se echa en una olla, se añade el vino de guiso y se deja hervir un minuto para que se evapore el alcohol. Se incorpora el resto de ingredientes, menos la sal, y se cuece 40 m. en olla rápida o en cacerola hasta que la carne se empiece a despegar del hueso (en caso de hacerlo en cacerola, tendrás que ir reponiendo el agua que se evapore, ya que tenemos que tener más de un litro para el arroz, y vigilando que no se pegue). Cuando está hecho, se prueba de sal, se cuela el caldo y se reservan por separado la carne y el caldo.

Justo antes de preparar el arroz, se le quitará al caldo toda la grasa que ha subido a la superficie.

Mientras se precalienta el horno a 180-200º, se sofríe en un recipiente de barro de al menos 35cm la patata salada con un chorrito de aceite. Cuando está dorada, se añade 1 y 1/4 del caldo, los trozos de rabo (con el hueso y dándole la vuelta a las tajadas para que se empapen de caldo) y el ajo y, cuando empiece a hervir, los garbanzos y las patatas.

Se introduce en la parte media-baja del horno y se programan 15 minutos, tras los que comenzaremos a probar el punto del arroz de vez en cuando (tardará entre 20m. o más).

Si se queda seco y sin casi caldo y no está todavía hecho, deberás añadir más caldo o agua bien calientes (tanto el tiempo como la cantidad de caldo dependen del tipo de agua y de si ha quedado más o menos gelatinoso el caldo).

Se retira en el momento que el arroz alcanza el punto y se sirve después de dejarlo reposar al menos un par de minutos.

Lacón a la andaluza

Un plato (en realidad una tapa) muy sencillo y que depende de que el lacón sea fresco y de calidad. Mejor de aspecto sonrosado, que indica que esta recién cortado, y la pimienta molida en ese momento.

Ingredientes:
- Lacon cortado a mano, no muy fino
- 1/2 Limón
- Pimienta negra molida
- Aceite de oliva virgen

Tan sencillo como cortar el lacón como en la imagen, echarle el zumo del limón por encima, la pimienta y un chorrito de aceite. Está mejor si se prepara alrededor de media hora antes de tomar.

Sushi al gusto

No soy precisamente un experto en cocina oriental, pero sí me gusta experimentar y, cómo no, también degustarla. Yo probé con aguacate y salmón ahumado, pero tú puedes usar el ingrediente que prefieras: langostinos, atún crudo, verduras... Ésta es una receta personal, no del todo ortodoxa.

Ingredientes (para un par de platos como el de la imagen):

- 250 gr. de arroz japonés para sushi o arroz normal bomba, pero nunca arroz largo ni arroz que indique que no se pase, pues quedaría demasiado suelto y sin sabor (sobrará arroz, pero puedes escurrirlo y sofreírlo como guarnición de otro plato).
- 1/2 aguacate maduro cortado en juliana
- 50 o 70 gr. de salmón ahumado cortado en juliana
- 6 láminas de alga nori (en tiendas especializadas y ya en grandes superficies. También en muchas tiendas chinas).
- 1/2 pastilla de caldo de carne
- 1 hoja de laurel
- 1 cucharada sopera de vinagre de jerez (esta es parte de la "españolización" del plato).
- 1 cucharada sopera de salsa de soja
- 1/2 pastilla de caldo de carne
- 1 hoja de laurel
- Agua
- Sal

En primer lugar, hay que lavar y escurrir el arroz y, después, ponerlo en un recipiente con abundante agua fría durante unos 20 minutos. Se escurre bien y se pone al fuego con 400 ml. de agua, la hoja de laurel y la media pastilla de caldo de carne. Cuando comience a hervir, se tapa y se deja a fuego lento 10 minutos o hasta que se consuma el líquido. Si quedase demasiado duro, se añade poco a poco agua muy caliente hasta que quede al punto. Se quita la hoja de laurel, se le añade el vinagre y la salsa de soja y se deja enfriar a temperatura ambiente.

Se preparan el aguacate, con un poco de sal, y el salmón en un plato.

Cuando el arroz está tibio (no hace falta que se enfríe del todo), se pone la hoja de alga nori sobre una esterilla de bambú (makishu) como las que se usan como manteles individuales, y que podrás encontrar en (no es imprescindible, pero resulta infinitamente más sencillo enrollar el sushi utilizando el makish).

En cada lámina pondremos en el centro una fina capa de arroz que no llegue a ocupar la mitad y esté bien repartido. En el centro del arroz, tiras de aguacate y salmón, procurando que siempre haya aguacate y salmón. Se enrolla con cuidado con la ayuda de la esterilla (seguro que lo has visto en la tele o puedes buscar en youtube, que hay miles de vídeos demostrativos).

Para partir el suchi, debes usar una tabla y un cuchillo bien afilado y humedecido. Por cada rollo, limpia y vuelve a humedecer el cuchillo.

Aunque se puede consumir en el momento, es mejor dejarlo reposar algunas horas en la nevera para que el alga nori (la lámina) coja algo de humedad y se integre mejor con el relleno. Sírvelo con salsa de soja (imprescindible) y las salsas que se te ocurran, incluso agridulce y picante... ¿Por qué no?

Arroz al horno con bonito

Los arroces al horno tienen una textura distinta a los cocinados en paella u olla rápida. El arroz queda más meloso.

Ingredientes (4 - 6 personas):

- 1/4 Kg. de bonito en dados gruesos, como de 2 o 4 cm. de lado.
- 1 Pimiento verde grande o dos medianos.
- 1 Cebolla mediana.
- 1 Hoja de laurel.
- 2 dientes de ajo.
- Azafrán en polvo.
- 350 gr. Arroz redondo.
- 1 Litro de agua con dos pastillas de caldo de carne o caldo de carne (se utiliza caldo de carne para equilibrar sabores y porque el del bonito es fuerte).
- Aceite de oliva.

En una sartén, se pocha la cebolla picada muy fina y uno de los dientes de ajo, también muy picado, con el laurel y el pimiento limpio y en trozos.

En sartén aparte, se marca el bonito con aceite de oliva bien caliente y un poco de sal y se incorpora, junto al sofrito, al barro que vayamos a usar (tiene que ser suficientemente ancho, de un mínimo de 35 cm. de diámetro).


Mientras precalentamos el horno a 200º, calentamos al fuego el barro, con el sofrito y el bonito, añadiendo el caldo, el azafrán y el otro diente de ajo. Cuando el caldo vaya a romper a a hervir, repartimos el arroz y lo introducimos en la parte media del horno.

A partir de los 15 minutos, se va probando el arroz, teniendo en cuenta que el barro conserva el calor al sacarlo del horno y puede hacer que se nos pase, así que es mejor sacarlo cuando está casi a punto, pero no del todo. Si se hubiera consumido el caldo y el arroz está duro, se pueden ir añadiendo cacitos de agua muy caliente.

Pote asturiano

Como otros muchos guisos, el origen del pote asturiano es el de aprovechar sobras, en este caso de fabada, pero merece poder hacerse y disfrutarse aunque no tengas restos. Conviene hacerlo un día antes.

Ingredientes (4 personas):
- 250 gr. de fabes, en remojo desde al menos 12 horas antes.
- Compagno de fabada: una pieza de cada, para que no de excesivo sabor. Pongamos que una morcilla, un chorizo y un pedazo de panceta.
- 1 hueso de jamón.
- 1 Pastilla de caldo de carne.
- 1 Berza limpia, sin el tronco central de la hoja, en trozos pequeños y escaldada (si puedes conseguir más de una se pueden congelar una vez escaldadas).
- 1 Patata grande.
- Pimentón dulce.
- Agua.
- Sal.

En una cacerola grande, echa las fabes con el agua con la que las has tenido en remojo, el chorizo, la morcilla, la panceta, el hueso del jamón y la pastilla de caldo de carne. Durante la primera media hora, cada vez que rompa a hervir, añade medio vaso de agua fría para romper la cocción; eso hará que la faba se haga bien y no se despelleje.


Pasadas un par de horas cociendo a fuego medio y tapado, sacamos el chorizo, la panceta y el hueso del jamón. troceamos los dos primeros y sacamos el jamón que tuviese el hueso, troceándolo también e incorporándolo todo al guiso (la morcilla no se trocea para que no se rompa). Le añadimos una cucharada de pimentón y la berza, continuando la cocción hasta que la fabas estén tiernas, pero antes de que estén tan blandas como para romperse. Es el momento de retirar toda la grasa de la superficie, añadir agua hasta completar al gusto (es un plato de cuchara), comprobar de sal, añadir la patata en trozos chascados para que ligue el caldo y cocer hasta que esté hecha.

A la hora de servir, se trocea la morcilla y se sirve aparte para que cada uno se eche lo que quiera.

Zamburiñas a la plancha

Aunque hay quien las confunde con vieiras pequeñas, las zamburiñas no son lo mismo, e incluso me atrevería a decir que son más delicadas y sabrosas que sus primas mayores.

Podrás encontrarlas ya limpias y congeladas o frescas sin limpiar. Si son frescas, no las compres nunca ya limpias, salvo que se trate de alguien de absoluta confianza, pues deben consumirse en el día una vez abiertas.

Ingredientes:

- Zamburiñas. Calcula que en un kilo de zamburiñas frescas de tamaño medio te entrarán entre 40 o 50.
- Sal.
- Aceite de oliva virgen.
- Limón.
- perejil picado.

Si tienes que limpiar las zamburiñas, ábrelas un poco y ayúdate de un cuchillo para separar la carne de una de las conchas, dejándola en la otra media sin separarla.


Tendrás que quitarle, con la ayuda de un cuchillo redondo, la bolsita negra que tienen en la parte más próxima a la unión de las dos conchas, así como la babilla que puedan tener, dejando sólo la parte de carne blanca y la anaranjada (en la imagen muestro una limpia y otra sin limpiar).

Echa un poco de sal en cada zamburiña y pásalas por una sartén grande con un buen chorro de aceite. Uno o dos minutos por la parte de la carne y un poco, antes de sacarlas, por la de la concha.

Cuando se hayan hecho todas, añade al aceite que quede en la sartén el perejil picado y unas gotas de zumo de limón; lo calientas y echas un poco en cada zamburiña con la ayuda de una cucharilla.

Se sirven inmediatamente.

Consejo: cápsulas vacías para cafeteras Nespresso

Que las cápsulas que distribuye Nespresso son de una calidad excelente no es ningún secreto, pero tampoco lo es que el precio puede resultar elevado si el consumo de cafés en el hogar es diario y constante.

Resumiendo, el coste de un café Nespresso (únicamente la cápsula con el producto) oscila entre los 0,29€ de usar las cápsulas compatibles que ha sacado Marcilla, de una calidad algo inferior, hasta los 0,39€ de las especialidades más caras de Nespresso.

Por otro lado, hay cafés, como puede ser el de la mañana, un día normal, antes de salir a trabajar, a los que, sin renunciar a la calidad, sólo les pidamos buen cuerpo, aroma y crema, dejando degustaciones más "delicadas" para momentos más pausados o los fines de semana.

¿Soluciones? La que he encontrado, personalmente, y que más me ha satisfecho es la utilización de cápsulas vacías compatibles de la marca Ne-Cap, con un coste de 0,10€ más alrededor de 0,05€ de café para rellenarla.

Tras varias pruebas, el resultado depende, como no podría ser de otra manera, además del rellenado en sí, de la calidad del café y el molido (tiene que ser fino, para cafetera exprés).

Por menos de la mitad del precio de las cápsulas originales (y sólo unos 10 minutos para rellenar 20 cápsulas) se obtiene, para diario, un café exprés a la altura del de cafetería, dejando el surtido de cápsulas originales para degustar con calma y tiempo el fin de semana.

En resumen: la calidad obtenida es satisfactoria y está a la altura de una cafetera exprés normal, con las ventajas añadidas de la limpieza y sencillez del sistema de cápsulas y tener un solo aparato para los cafés de diario y de fin de semana, aunque es, a mi juicio, válido para quien quiera utilizar la cafetera Nespresso únicamente con cápsulas vacías Ne-Cap. Por otro lado, para quien sea amante de las infusiones, he visto en algún comentario que se pueden utilizar para ese fin, rellenando de la combinación de hierbas que prefieras; será cosa de probarlo.

El sistema (no voy a extenderme) se basa en la base de plástico de la cápsula, que se llena de café de calidad, apretando un poco, se le quita la arandela superior, dejando al aire una parte adhesiva y cocando la tapa, de un material similar al papel de aluminio.

Dado que las cápsulas vienen ya con agujeros en la parte posterior, para que no se seque el café, es mejor almacenarlas en un recipiente hermético en el frigorífico.

Por lo que he visto, el sistema tiene detractores y seguidores, y en mi caso me ha parecido una opción, aunque, naturalmente, cada uno debe valorar los pros y los contras. Por supuesto, lo más cómodo, sencillo y fiable son las cápsulas Nespresso; eso es indudable.


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Calabacín rebozado con miel

En realidad no es una receta mía: acabo de tomarla en un restaurante de la cadena "Cañas y Tapas".

Se trata simplemente de pelar, salar y rebozar el calabacín, cortado en trozos de no más de medio centímetro de grosor y, una vez frito, echarle por encima un poco de miel a cada uno.

Se toma caliente.

Utiliza el método que más te guste para rebozar (harina y huevo, Rebocina o preparado para tempura) y disfruta de la mezcla de sabores que, créeme, merece la pena

Capón deshuesado relleno al horno

La receta puede hacerse con otro tipo de aves deshuesadas, aunque naturalmente, ajustando los ingredientes al tamaño. De todas formas, el capón se caracteriza por una carne prieta y jugosa y se presta de maravilla a platos como éste. Lo que te sobre, incluida la salsa, admite perfectamente la congelación

Ingredientes (6 a 8 personas):
- 1 Capón de aprox. 2,5 kg, limpio y deshuesado. Lo puedes encargar a tu pollero habitual o buscarlo en grandes superficies.
- 1/2 kg. de carne limpia de ternera picada.
- Un par de lonchas de tocino o jamón ibérico.
- 1 Trufa negra de bote o lata.
- 250 gr. de paté, preferentemente de ave, con un mínimo de 30% de hígado, aunque se puede utilizar cualquier tipo de paté en lata.
- 1 Huevo de gallina crudo.
- 10 o 12 huevos de codorniz cocidos y pelados (en grandes superficies los puedes encontrar ya hechos, en botes de 17 o 20, y con una caducidad de un par de años).
- Pimienta negra molida.
- Sal.
- Aceite de oliva virgen.
- Media lata de cerveza.

Antes de nada, advertir que es mejor preparlo la víspera o, si es una cena, esa misma mañana, pero necesitarás unas horas para que se enfríe antes de partirlo.

En primer lugar, pica el jamón o el tocino con la trufa e incorpóralo a un bol grande, junto con el huevo de gallina crudo, el paté y la carne. Salpiméntalo y trabájalo hasta conseguir una masa uniforme y que esté en su punto de sal.

El capón se sala bien por dentro y por fuera y se rellena uniformemente con la masa de carne, introduciendo con ella, más o menos repartidos por igual, los huevos de codorniz enteros.

Una vez relleno el capón, se cerrará la abertura con palillos o, mejor aún, cosiéndolo con cuerda de atar alimentos y una aguja de lana, de las grandes. Se le echa un poco de aceite de oliva y se reparte por toda la superficie con un pincel o nuestra misma mano. Se coloca en un barro o bandeja de horno y se mete en éste, previamente calentado a 180º, a una altura media - baja y con la panza hacia arriba.

Lo tendremos así durante una hora más o menos, rociándolo primero con la cuarta parte de la lata de la cerveza y, cuando comience a tener bien de salsa, con su propio jugo.

Pasada una hora, lo sacaremos del horno para darlo la vuelta con comodidad, lo volvemos a meter y echamos el otro cuarto de lata de cerveza.

A partir de ese momento, lo tendremos otra hora, rociándolo como mínimo cada 10 minutos con su propio jugo. Terminada esa segunda hora, bajaremos la temperatura a 170º y lo tendremos media hora más, sin dejar de rociarlo con su salsa. En total, habrá estado en el horno 2 horas y media. Notaremos que la carne ha quedado prieta y que, si lo pinchamos, apenas sale líquido y éste es transparente.

Lo ponemos escurrido en una fuente y lo dejamos enfriar hasta que esté a temperatura ambiente y se pueda meter en el frigorífico, donde lo tendremos hasta que se haya enfriado del todo y lo podamos partir bien.

Entretanto, habremos echado la salsa en un recipiente transparente, que nos permita, pasados unos minutos, ver cómo la grasa del animal ha subido a la superficie, pudiendo entonces quitarla en parte o totalmente (como se prefiera) y obtener una salsa más ligera para acompañar al capón.

A éste, una vez frío, se le quitan los muslos y las alas (que también están deshuesados y son ideales para quien quiera el capón sin relleno) y se lonchea con un cuchillo bien afilado en porciones de poco menos de un dedo de grosor (si se hace demasiado fino, se romperán con facilidad).

Se puede presentar frío, con una salsera con el jugo bien caliente, templándolo un poco en el microondas o calentar todo en una bandeja en el horno, teniendo cuidado no romper demasiado las tajadas al servir (en caliente pierden con más facilidad la cohesión).

Consejo: platos de pizarra

Lo que antes era un lujo, no sólo por el precio, sino también por la dificultad de conseguir, está ya al alcance de cualquiera.
No tienes ya excusa para no darle a tu mesa un toque diferente en ocasiones especiales con platos de pizarra, a la venta ya en muchas tiendas y grandes superficies. Los de la imagen, que utilicé para los ibéricos y el foie de la cena de Nochevieja, son del Carrefour.