Nachos rápidos

 

Aunque siempre están mejor unos nachos "de verdad", en mi casa aprovechamos las tortillas de trigo de las fajitas o burritos para hacer estos nachos rápidos y caseros.

Tan sencillo como cortar las tortillas en 8 porciones, freírlas en abundante aceite bien caliente y echarlas un poco de sal y un poco de alguna mezcla de especias tipo Ras el Hanut, Kis-Kif o similar (suelen tener comino, pimienta y algunas especias más).

Estupendos para mojar en la salsa que tengamos o un buen guacamole. 

Galletas de avena sin azúcar con pepitas de chocolate

Ingredientes (salen unas 20) 

- Alrededor de 75 gramos de pepitas de chocolate pequeñas
para hornear

- 230 gr de avena (mejor pasar por la picadora para que queden más suaves)

- 100 gr de harina de trigo

- Edulcorante (el equivalente a 125 gr de azúcar)

- 1 sobre de levadura química

- Media cucharada pequeña de sal

- 2 huevos (3 si son pequeños)

- 150 ml de aceite de oliva

- Un chorro de leche (alrededor de 70 ml)

- Esencia de vainilla

Se mezclan bien con una cuchara todos los ingredientes en un bol y se deja reposar 5 o 10 minutos.

En la bandeja del horno, sobre papel de hornear, se da forma a las galletas. Yo uso un cilindro de emplatar pequeño para que queden más uniformes, pero se pueden hacer simplemente poniendo una cucharada y dándolas forma con una cuchara o los dedos.

Se meten en el horno, previamente calentado a 180º durante 20 minutos con calor arriba y abajo y sin ventilador.

Crujiente de morcilla con mayonesa de mango

Puedes usar la pasta brick para estos aperitivos cualquier otro relleno y forma que te apetezca. La mayonesa de mango es una exquisitez, que combina a la perfección con sabores salados.


Ingredientes (9 crujientes):

- 1/2 morcilla de Burgos o del tipo que te guste (alrededor de 300 gr)
- 1/2 cebolla pequeña
- Aceite de oliva virgen extra
- Pasta brick o filo (yo usé brick, pero la filo es muy similar
- 1/2 mango pelado y en trozos
- 1 huevo
- Sal

En primer lugar, se pocha la cebolla partida en trozos pequeños sin casi aceite y con una pizca de sal. Cuando está ya transparente, podemos eliminar aceite, tras lo que añadimos la morcilla pelada y en trozos, moviendo bien para que se reparta con la cebolla, quedando una masa fácil de manejar. Se puede desengrasar de nuevo. Se deja templar.

La pasta se corta en trozos de unos 10 o 12 centímetros, eliminando una tercera parte de su longitud, para que no dé tantas vueltas.

Se va echando la morcilla y enrollando, poniendo cada rollo así obtenido sobre una plancha de horno (preferiblemente con papel de hornear), teniendo cuidado de poner abajo el final, para que no se desenrolle al hornearse. Se pinta con un poco de aceite de oliva.

Una vez colocados todos los crujientes, se introducen en el horno, a temperatura máxima, solo grill y más bien alto. En esta ocasión, el rollo ya está cocinado; en caso de que el relleno tuviera que hacerse, precalentamos el horno a 180º, con calor arriba y abajo.

Los crujientes estarán hechos cuando se haya dorado la masa. Como este relleno tiene siempre algo de grasa, parecerá que no está crujiente, pero se queda crujiente en cuanto reposa y se templa unos minutos.

Para la mayonesa, echamos en un vaso de batidora 200 ml de aceite, un huevo, sal y el mango troceado. Se pasa la batidora haciendo movimientos suaves arriba y abajo hasta que la mayonesa emulsione. Se rectifica de sal.

Se sirve en el centro, como en la imagen, para que se vayan mojando los crujientes en la mayonesa.

Sobre la pasta Brick, puede conservarse en la nevera hasta la fecha de caducidad siempre que esté en una bolsa hermética, ya que necesita preservar la humedad. De hecho, hay que guardarla así en cuanto la hayamos usado, para que no se reseque.