Pollo al curry

Aunque, originalmente, "curry" es un plato acompañado de arroz, en la actualidad, se refiere a esa mezcla de especias tan característica de este y sureste asiático.

Para este plato utilicé un curry traído directamente de Nepal por nuestra amiga Marta. Se trata de un curry algo más suave, indicado para verduras o pescados, pero muy aromático y sugerente; ideal para un plato suave y aromático.

Un consejo: el curry suele ser más fuerte al olfato, así que no te dé miedo usarlo en cierta cantidad. De todas formas, puedes ir añadiendo poco a poco y probando.

Ingredientes (de 4 a 6 personas):

- 1 pollo mediano troceado (trozos ni muy grandes ni demasiado pequeños, algo mayores que para freír)
- 1 cebolla mediana
- 2 zanahorias
- 1 litro o 1,5 litros de caldo de pollo (mejor de tetrabrick que usar pastillas. Eso sí, si es casero, mejor que mejor)
- Aceite de oliva
- 2 cucharadas de café de curry
- Sal
- Pimienta negra molida
- 1 cucharada de harina

En una cacerola grande, ponemos a pochar a fuego lento la cebolla en trozos pequeños y las zanahorias, peladas y troceadas, con un chorro de aceite. cuando está dorado, se añade el caldo y las dos cucharadas de curry y se deja tapado a fuego medio. Pasados 5 minutos, se pasa todo por la batidora y se añade la cucharada de harina para ligar la salsa y espesar un poco.

El pollo se salpimienta y se dora en la freidora o en una sartén con aceite y se va incorporando a la salsa. Se hierve tapado a fuego medio durante media hora, tras lo que retiraremos la grasa que pueda haber subido a la superficie y rectificaremos de sal y, si nos parece poco aromático, también de curry.

Como acompañamiento, es ideal cualquier guarnición de arroz.


Arroz con pimentón

Ideal para guarnición, estará más delicioso cuanto más alta sea la calidad del pimentón.

Ingredientes (para guarnición)

- 50 gr de arroz redondo por persona
- 1 hoja de laurel
- 5 o 6 pimientas negras enteras
- 1 diente de ajo pelado y en un par de trozos
- 1/2 cuchara pequeña de pimentón dulce por cada 100 gr de arroz
- Aceite de oliva
- Sal
- Agua

El arroz se hierve en abundante agua con sal, el laurel y las pimientas. Cuando está hecho, se lava bien con agua fría, se le retiran las pimientas y el laurel y se escurre.

En una sartén grande, se sofríe el diente de ajo con un chorro de aceite de olive sin que llegue a dorarse. Se retira el ajo y se apaga el fuego, dejando que se enfríe un poco un minuto (es para que el pimentón no amargue). Se añade el pimentón y se revuelve bien. Se vuelve a poner al fuego y se añade el arroz, removiéndolo bien durante un par de minutos. Se rectifica de sal y ya está listo para servir.

Pastas caseras de mantequilla

La receta original es del libro de Simone Ortega, pero es una receta tan tradicional ya en mi casa, que me apetecía compartirla

Ingredientes (dependiendo del tamaño, entre 30 y 50 galletas):

- 250 gr de harina
- 100 gr de mantequilla
- 125 gr de azúcar
- 1 huevo completo y la yema de otro
- 1 cucharada sopera rasa de levadura química (la que no es de panadería)
- 1 cucharada sopera de leche fría
- 1 cuchara de café de cacao puro en polvo (solo si queremos hacer una parte de chocolate)

En un bol se mezclan bien la mantequilla blanda (se puede poner 20 o 30 segundos en el microondas), el azúcar y los huevos, mezclando bien hasta que quede sin grumos (se puede usar un mezclador de varillas).

Entretanto, se mezcla bien la harina con la levadura y se va incorporando poco a poco mientras se remueve con una cuchara de madera (no con la de varillas, pues la masa adquiere espesor). Se añade la cucharada de leche y se sigue amasando con la cuchara hasta que queda homogénea.

Sobre la bandeja del horno, untada con un poco de mantequilla o con un papel especial de horno (recomendable, pues mancha menos), se va haciendo la forma a las pastas, bien con una manga pastelera o, simplemente, haciendo unas bolas de un par de centímetros y aplastándolas sobre la bandeja para que queden con forma de pastas redondas. Para manipular la masa, puede hacer falta echarse un poco de harina en las manos, pues se pega mucho. Hay que tener cuidado y hacerlas más bien pequeñas y con la separación suficiente entre ellas, pues las pastas casi triplicarán su tamaño.

Ponemos la bandeja en la parte media / baja del horno, previamente recalentado a 170º, y programamos 15 minutos, durante los cuales no debemos abrir el horno para que no deje de subir la masa
. Las pastas no tienen que dorarse apenas.

Lo normal es que tengamos que hacer dos hornadas para las cantidades de la receta, ya que, insisto, hay que dejar espacio entre las pastas para que no se junten unas con otras al crecer en el horno.

En las de la imagen, en la mitad de la masa mezclé una cuchara de café de cacao puro en polvo.

Método fácil y rápido para pelar granadas

 
Ayer, mi hijo Santiago nos dio toda una lección de cómo debe pelarse una granada rápida y limpiamente.

Aunque el vídeo es mejor que cualquier explicación, se trata de, una vez partida por la mitad, ir golpeando la cáscara con el mango de un cuchillo lo suficientemente pesado, con golpes secos y empezando por los laterales.

Las semillas irán saliendo casi completamente limpias y solo habrá que tener cuidado de retirar algún que otro pellejo, fácilmente identificable por el color.

¡Cuánto tiempo habría ahorrado de haber conocido antes este método!