Churros caseros

¿Por qué no disfrutar de un desayuno con churros sin salir de casa? Esta es una receta fácil y muy económica.

Ingredientes (4 personas):

- 250 cc de agua
- 225 gr de harina
- Una nuez de mantequilla
- Media cucharadita de sal

Pon a hervir el agua con la sal y la mantequilla. Cuando rompa a hervir, apaga el fuego y echa ja harina poco a poco. Saldrá una masa espesa que podrás terminar de amasar con las manos en cuanto pierda un poco de calor.

Es el momento de poner la masa en una manga pastelera resistente e ir haciendo los churros en abundante aceite caliente (en freidora, entre 170 y 190º).

Puedes espolvorearlos de azúcar antes de servir.

Sobre la manga pastelera, esta masa es más consistente de lo habitual, así que no te valdrá una manga pastelera delicada. Lo mejor es una especial para churros, como la de la imagen. No son demasiado caras (la mía me costó unos 26€) y valen también como una tradicional, para galletas, decoración de dulces, etc.

Otra opción es echar medio sobrecito de levadura química (cuando la masa ya no está tan caliente) para que queden más esponjosos, aunque no tendrán la textura clásica.


Huevos al aroma de trufa

En primer lugar, destacar que el ingrediente que da vida a esta receta es el aceite de trufa. No hay que intentar prepararlo en casa a partir de trufas porque puede terminar por adquirir la bacteria del botulismo, así que es mejor comprarlo. Lo encontrarás en muchos supermercados o en Internet y de varias marcas (Ybarra, La Española, Ortalli, etc.).

Además de este plato, podrás usar el aceite de trufa para aromatizar huevos, pescados, echar un poco sobre la mojama ya partida (es delicioso) y mil usos más.

Ingredientes (por persona):

- 1 huevo crudo
- Dos o tres cucharadas operas de puré de patata (puedes prepararlo con un preparado deshidratado)
- Aceite de trufa
- Sal

En primer lugar, pondremos film transparente en una taza como en las imágenes (se corresponden con huevos con trufa rallada, pero el método es el mismo). Se echa un poco de aceite y se reparte con el dedo por el interior (además del aroma, es para que no se quede pegado al sacarlo. Se echa el huevo con cuidado de no romperlo, se sala y se cierra bien el saquito con un podo de film enrollado, a modo de cuerda.

Se pone agua con sal a hervir (la sal es para que no se rompan los saquitos) y, cuando hierva, se introducen los huevos en lo saquitos y se mantiene hirviendo exactamente 3 minutos.

Mientras hierven los huevos, se calienta el puré de patata con otro chorrito de aceite de trufa y se pone de base en un bol pequeño o un plato como el de la imagen (que sirve también par legumbres).

Pasados los 3 minutos, se corta el fuego y se sacan con cuidado los saquitos, dejándo escurrir unos segundos y cortando de la parte superior sobre el puré, para que salga cada uno sin romperse.

En el instante de ir a comerlo, se abre como en la imagen principal (esa sí es de huevos hechos con esta receta ☺)

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Judiones con almejas y calamar

Ingredientes (4 personas):

- 2 botes de judiones ya cocidos o 1/2 kg puestos en agua la víspera y cocidos con agua y sal hasta que estén casi en su punto
- 2 calamares limpios y en trozos (pueden sustituirse por una sepia grande o dos pequeñas)
- 1/4 de almejas
- 1/2 cebolla
- 1 litro de caldo de pollo (puede ser perfectamente de tetrabrick)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal

Al menos una hora antes, pondremos las almejas en un bol de agua con un puñado de sal gorda para que suelten la arena.

Mientras tanto, picamos la cebolla muy fina y la sofreimos a fuego muy suave en con un chorrito de aceite y una pizca de sal hasta que esté dorada. Incorporamos el calamar y subimos un poco el fuego. Se hace el calamar, aunque no es necesario que quede blando, ya que terminará de hacerse más adelante con el caldo.

Con el calamar ya hecho, introducimos las almejas y tapamos hasta que se abran bien del todo (unos minutos).

El sofrito del calamar con la cebolla y las almejas se puede dejar en la nevera para el día siguiente o congelar para tenerlo listo en cualquier momento.

En una cacerola, se junta el sofrito con el caldo de pollo y se cuece a fuego medio hasta que se junten los sabores y el calamar esté tierno del todo. Se añaden los judiones y se hierve hasta que estén en su punto (depende cómo estuvieran de blandos ya; hay que procurar que tampoco cuezan tanto como para deshacerse).

Se rectifica de sal si hiciera falta. Si se puede, como cualquier guiso de legumbres, mejor hacerlo la víspera.