Para finalizar esta serie de recetas de espumas, he elegido la facilidad, para que nadie piense que su elaboración es complicada.
Se trata de aprovechar batidos envasados, bebidas de chocolate, salmorejo sobrante o cualquier otro preparado líquido con cierta consistencia que se sirva frío
La forma de hacer espumas rápidas (y ligeras) de estas bebidas será siempre dejar dos láminas de gelatina en agua fría durante 5 minutos, escurrirlas y disolverlas en 3 o 4 cucharadas de agua caliente (no hace falta que esté demasiado caliente). Una vez disuelta, se mezcla con unos 200 - 250 ml del batido o lo que queramos hacer espuma y se mete en el sifón, añadiendo una carga de N2O y agitando bien.
Se mantiene en la nevera un par de horas y ya tenemos una espuma para usar de acompañamiento o tomar sola; la imaginación de cada uno ya hará el resto.
Para terminar, decirte que la espuma resultante tendrá únicamente las calorías del líquido base o batido que hayas usado, ya que un par de hojas de gelatina tienen un aporte calórico prácticamente despreciable.
Para que te hagas una idea, una espuma de batido de chocolate, para el que usé una botellita de 250 cc y alrededor de 200 calorías, sirvió para más de 4 raciones, por lo que la espuma de chocolate, aportaba ¡solo 50 kcal!
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