Ingredientes:
- 200 gr de harina
- 250 ml de agua muy fría
- 1 Yema de huevo
- Sal
- Aceite de oliva o girasol
- Para hacer al gusto: berenjena, zanahoria, champiñones frescos, cebolla, pimiento, etc.
El secreto de la tempura es una masa muy fría, sin removerla de más (se encoge al freír) y su contacto con el aceite muy fuerte (alrededor de 190º - 200º), que hace que quede crujiente.
Se junta en un bol la harina, la yema de huevo y el agua y se mezcla sin que queden grumos, pero sin removerla de más. Se sala un poco y se deja en el frigorífico alrededor de una hora.
Preparamos las verduras y las salamos. En principio, la tempura debe constar de tajadas que puedan comerse sin partir, de un bocado, pero esto es optativo. En todo caso, se evitarán los trozos excesivamente gruesos, para que no necesiten freírse demasiado tiempo.
Mientras se calienta abundante aceite (sartén o freidora), sacamos el bol con la mezcla para rebozar. Para que no pierda el frío, podemos añadir dos o tres hielos. Probamos la consistencia, porque se espesa en la nevera y, si hace falta, añadimos más agua, siempre muy fría.
Se ven pasando las tajadas por la mezcla y friéndose hasta que quedan doradas. Cuanto antes se consuman, más crujiente estarán. Lo ideal sería irlas tomando mientras se van sacando, acompañadas de salsa de soja.
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