En realidad no es una receta mía: acabo de tomarla en un restaurante de la cadena "Cañas y Tapas".
Se trata simplemente de pelar, salar y rebozar el calabacín, cortado en trozos de no más de medio centímetro de grosor y, una vez frito, echarle por encima un poco de miel a cada uno.
Se toma caliente.
Utiliza el método que más te guste para rebozar (harina y huevo, Rebocina o preparado para tempura) y disfruta de la mezcla de sabores que, créeme, merece la pena
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